"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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24-10-2016 |
Pobres haitianos las pelotas
“Babylon system is the vampire, falling empire, suckin' the blood of the sufferers”
(El sistema Babilonia es un vampiro, imperio decadente, chupando la sangre de las víctimas – Bob Marley)
Mi nota Haití, huracán ONU (PP 1677,14/10) terminaba: Cuatrocientos años no han pasado en vano. Tampoco podrán acallar la tormenta social que ha comenzado.
Terminando la nota, un amigo me da la noticia de la entrada de SOLDADOS DOMINICANOS a Haití para distribuir ayuda, que tendrían un estatuto de INMUNIDAD por posibles hechos de violencia que ocurriesen. En ese momento no pude confirmarlo, y no lo mencioné. Pero muy pronto comenzaron a aparecer las noticias, y se fueron confirmando todos los aspectos.
500 camiones dominicanos y un barco llegaron a Haití para distribuir ayuda, con custodia militar . Eso fue acordado en una reunión entre los presidentes Privert y Medina de ambos países. Lo de la inmunidad no dio el tiempo para que se confirmase, porque la situación cambió rápidamente. El giro de los acontecimientos era previsible; que ocurriese en cuestión de horas, no tanto.
Los haitianos reaccionaron con indignación por la presencia militar extranjera y el senado haitiano dio 24 horas al presidente para que los hiciese salir. ¡Esto, a pesar de que distribuían comida a un pueblo desesperado!
Al pie de esta nota incluyo vínculos a las noticias que refieren a estos hechos, incluyendo las protestas contra la MINUSTAH, la represión con gases, y la gente gritando “¡No necesitamos comida!” . Increíble.
Tomemos esta noticia, por ejemplo: Casi dos semanas después del paso devastador del huracán, la ira se ha apoderado de muchos habitantes de zonas aisladas: numerosos convoyes humanitarios han sido bloqueados por barricadas y, en algunos casos, saqueados en la ruta nacional que conduce a la península del sur, la más afectada por Matthew. El sábado un camión fletado por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU fue saqueado frente a la entrada de la base de la ONU en la ciudad de Les Cayes, una de las más golpeadas por el poderoso huracán, que alcanzó vientos de 230 km/h cuando azotó Haití el 4 de octubre. Los cascos azules senegaleses usaron granadas de gases lacrimógenos contra los pobladores que saqueaban el camión, los que respondieron arrojándoles piedras, indicó el responsable de la ONU. Este ataque fue perpetrado poco antes de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aterrizara en helicóptero en la base de los casos azules de la ONU en Les Cayes.
O esta: El presidente interino de Haití, Jocelerme Privert, defendió el derecho de República Dominicana a proteger sus equipos desplegados en territorio haitiano como parte de la ayuda ofrecida a miles de damnificados del huracán “Matthew”, y criticó a los sectores que cuestionan la presencia de militares dominicanos en su país pese a las debilidades que tiene el Estado haitiano para asistir a sus propios ciudadanos. Durante una rueda de prensa el sábado en Puerto Príncipe junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Privert se preguntó si luego de que el gobierno dominicano provee a Haití ochenta camiones que representa millones de dólares para su país, las autoridades haitianas “deben abandonarlos para que sean víctimas del pillaje” como ocurrió la semana pasada con un camión de la Minustah cargado con ayuda del Programa Mundial de Alimentos (PMA). La posición del gobierno haitiano fue respaldada por el candidato presidencial Jude Célestin, pero rechazada por dos de sus contendores, Jovenel Moïse y Moïse Jean-Charles, quienes reclamaron la partida inmediata de las tropas dominicanas. La candidata Maryse Narcisse exigió explicaciones no solo de la presencia militar del país vecino, sino de otras naciones que enviaron ayuda a Haití a raíz del fenómeno. El Senado haitiano dio el viernes pasado un plazo de 24 horas al gobierno de Privert para que desaloje de Haití a los soldados de República Dominicana que acompañan al convoy de ayuda humanitaria ofrecida personalmente por el presidente dominicano Danilo Medina a su colega haitiano durante una visita realizada a Puerto Príncipe el domingo de la semana pasada.
Y esto dice un senador dominicano opositor: ... los candidatos expresaron el sentimiento del electorado ...producto de los enfrentamientos exacerbados por la desnacionalización y la deportación a Haití de miles de personas consideradas apátridas porque su origen es haitiano; no es de ninguna manera diferente a lo que se habrían sentido los dominicanos si vieran llegar a sus puertas, incluso bajo el pretexto de ayuda, un contingente militar de Haití sin justificación...
Todo esto sería incomprensible sin tener en cuenta los antecedentes y el contexto. Los problemas entre haitianos y dominicanos son muy viejos, pero para no ir tan atrás digamos solamente que en en los últimos dos o tres años la situación viene mal. RD expulsó a haitianos que vivían allí desde hace décadas, incluso hijos de haitianos nacidos allí. Han habido problemas con el ingreso a Haití de productos alimenticios dominicanos, a veces de mala calidad, que compiten con la producción haitiana. También incidentes y hechos de violencia a ambos lados de la frontera, ataques de dominicanos contra delincuentes haitianos, ataques de grupos de haitianos contra soldados dominicanos, etc. Todo esto ha alimentado la airada reacción del pueblo haitiano contra este ingreso de tropas dominicanas aun trayendo ayuda.
La reacción de la derecha dominicana no se hizo esperar, “extrema ingratitud”, “que devuelvan la comida”, etc. Hace tiempo que hay en RD una campaña anti-haitiana con el discurso “una isla dos culturas” que trata a los haitianos como un pueblo se salvajes.
Pero esto no ocurre solamente por razones culturales. RD es un país de capitalismo periférico, su economía, como la nuestra, está basada en la exportación de productos primarios y servicios en base a la explotación de fuerza de trabajo mal paga. El país esta regido por una burguesía débil y dependiente, su comercio exterior es mayoritariamente con EEUU. Arrastra graves problemas en su producción eléctrica que depende de recursos fósiles importados. Tiene una fuerte migración en los dos sentidos, entran haitianos, salen dominicanos. Entonces, la vecindad con Haití agrava todos estos problemas por muchas razones. Un proyecto posible sería tener en Haití una periferia de periferia, se oscila entre esto y la “muralla”. El racismo participa de estas dos opciones.
Los problemas de Haití con RD son los mismos, en pequeño, que los que tiene con la “comunidad internacional”, solo que aquí no hay muralla posible, la dependencia es directa. El “infanticidio económico” durante décadas ha sido la forma de exterminio de la débil producción tradicional haitiana, de muy baja productividad, sustituyéndola por la importación invasiva. Cualquier cosa sirve para esto, al punto de usar también la ayuda humanitaria como negocio . Recordemos por ejemplo lo que propuso Mujica cuando el terremoto de Chile en 2010, con la destrucción sufrida:
“... se proponen reconstruir el país en cuatro o cinco años y reconocen que las fuerzas internas que tienen no les alcanzan. Eso quiere decir que se va a desarrollar una corriente comercial interesante y quiero llamar la atención a las industrias de la madera de Uruguay...”.
Pero en países mucho menos desarrollados, como Haití, ese negocio solo puede ir junto con la militarización de la ayuda humanitaria .
Es la forma de sostener la dependencia económica con la dependencia política y cultural. El “estado fallido” es insuficiente a efectos del control social, más cuando las condiciones de penuria hacen que las contradicciones sociales se tensen. Se necesita un apuntalamiento externo que dé seguridad a las inversiones extranjeras. Eso ha sido la MINUSTAH.
Existen problemas derivados de la depravación de ese instrumento, como la corrupción y la desviación de la ayuda a otros bolsillos, el crecimiento parasitario de las ONGs, la violación de un muchacho haitiano por militares uruguayos -un caso notorio pero un caso más de muchas violaciones- y el “broche de oro” de la introducción del cólera por soldados de Nepal. Eso son disfunciones , a los que el instrumento es propenso de por sí como lo muestra por ejemplo la multiplicación de denuncias por violaciones cometidas por tropas de la ONU en distintas “misiones de paz”. Pero aunque no existiesen, aunque el mecanismo funcionase limpiamente, sin corrupción, sin abusos, etc., sería igualmente pernicioso . Porque no está diseñado para que este país resuelva sus problemas y pueda afrontar, por ejemplo catástrofes naturales, ahora o en futuro inmediato. Estas catástrofes u otras azotan el mundo entero, pero es en países extremadamente vulnerables como Haití que los daños cobran esa dimensión.
Ese instrumento no está diseñado para ayudar a que el país tenga soberanía alimentaria, sino todo lo contrario, para que tenga una dependencia alimentaria cada vez mayor y una capacidad productiva propia cada vez menor. Y así en todos los terrenos.
Se podría decir que esas carencias estructurales no pueden ser resueltas de un día para el otro. Pero en este caso tenemos doce años de ocupación militar , precedida de muchas otras. ¿Y cuál es el resultado?
Veamos lo que dice el presidente hatiano: “ ...se exageraban las cifras de muertos para engrosar el negocio de varias organizaciones no gubernamentales (las famosas ONG) y lucrar con el desastre, como sucedió después del terremoto del año 2010 ...en vez de agua necesitan infraestructura para potabilizarla, y en vez de arroz necesitan que los ayuden a mejorar los canales de riego, medidas que podrían arreglar los problemas estructurales del país. Estos reclamos de los haitianos se repiten cada vez que aparecen las campañas internacionales de recolección de fondos para Haití ...la mayor parte del dinero que se recauda va a las ONG y a organismos internacionales...”
La persistencia notoria de esos graves problemas es lo que explica la reacción espontánea del pueblo haitiano -como dijimos- en cuestión de horas. Repetir una vez más esta siniestra maniobra es demasiado.
Precisamente, la situación extrema de este pueblo, en vez de provocar que se acepte la ayuda en cualquier condición, provoca la rebelión.
Esa rebelión está plenamente justificada y debe reconocerse y respetarse. Bob Marley lo explica con toda claridad:
Nos negamos a ser lo que tu querías que seamos / Somos lo que somos / El sistema Babilonia es un vampiro, imperio decadente chupando la sangre de las víctimas / Engañando a la gente continuamente / Construyendo iglesias y universidades graduando ladrones y asesinos / Demasiado tiempo hemos sido pisoteados como uvas en la cava / Rebelémonos!
Nos queda Uruguay. La cosa no termina con ayuda.
1. Retiro inmediato y total de todos los efectivos militares, sin más excusas, sin usar la penuria del pueblo haitiano como excusa, mucho menos ahora. Hemos escuchado alguna vez decir a algún experto oficial en el tema (no voy a decir quién) “si nos vamos estos negros de mierda se matarán entre ellos”. Supongamos que fuese cierto, producto de las luchas internas. Peor es apagar el incendio con nafta .
2. El estado uruguayo tiene que tener una embajada en Haití, y asi llevar oficialmente la relación con el estado haitiano, sin militares, sin empresas privadas, sin ONGs. Cuando la visita de Moïse Jean Charles el canciller Almagro le dijo que el gobierno uruguayo tenía eso planteado pero no era el momento porque no se quería legitimar al gobierno de Martelly, que incumplía las reglas elementales de la democracia. No importa que luego Almagro haya cambiado de posición en la OEA avalando con argumentos inconcebibles el intento de Martelly de seguir con el fraude electoral, y luego cambiado otra vez para aplaudir la decisión de Pirvert de rehacer todo el proceso. Lo que importa es que la situación ha cambiado y las anteriores objeciones ya no existen.
3. Pero por nuestro lado tenemos que crear un vínculo directo entre las organizaciones sociales uruguayas y las organizaciones sociales haitianas. Nuestra solidaridad debe pasar por ahí y no por el estado.
4. No pueden aceptarse de ninguna manera los justificativos vinteneros para la presencia de tropas uruguayas en Haití, y es el momento propicio para el más fuerte rechazo y denuncia. ¡Que se atrevan a decir ahora que van para “hacerse una casita”, cuando no se ha conseguido reconstruir las casas de los haitianos!
Algunas notas sobre el tema:
http://www.el-nacional.com/ GDA/Haiti-alerta-saqueos- vehiculos-humanitaria_0_ 940706009.html
http://www.listindiario.com/ la-republica/2016/10/17/ 439408/presidente-de-haiti- defiende-con-teson-gesto- solidario-rd
http://acento.com.do/2016/ actualidad/8393182-senador- latortue-dice-fue-innecesaria- presencia-militares- dominicanos-haiti/
http://www.eldestapeweb.com/ haiti-y-el-negocio-el-pais- mas-pobre-america-n21809
http://acento.com.do/2016/ actualidad/8392658-gobierno- dominicano-retira-militares- daban-seguridad-ayudas- humanitarias-haiti-tras-paso- matthew/
http://www.listindiario.com/ la-republica/2016/10/16/ 439289/grupos-detractores-en- haiti-descargan-enojo-contra- rd
http://www.listindiario.com/ la-republica/2016/10/16/ 439284/haiti-se-revela-contra- la-ayuda
http://www.listindiario.com/ la-republica/2016/10/16/ 439337/prsc-dice-haiti-pago- con-extrema-ingratitud
http://www.cdn.com.do/ noticias/nacional/2016/10/16/ obispos-rechazan-criticas-de- sectores-en-haiti-a-ayuda-de- rd/
https://www.theguardian.com/ ??
Haití, huracán ONU
?... how many times can a man turn his head a nd pretend that he just doesn't see? The answer, my friend, is blowin' in the wind (*)
Una vez más el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha prorrogado la ocupación militar de Haití, sin cambios. Por seis meses más, pero ya está claramente definida la idea de seguir manteniendo la presencia de la MINUSTAH tal cual, o sustituirla por alguna otra forma de intervención permanente en ese país, haciendo de él un "protectorado colectivo".(**)
Colectivo ampliado, prácticamente sin matices en todo el CS. EEUU, Francia, Reino Unido, Canadá, Rusia, China, Japón, México, España, Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Egipo, la Unión Europea, el Secretario General de la ONU, la jefatura de la MINUSTAH, el gobierno fascista de Ucrania, el gobierno bolivariano de Venezuela, el propio gobierno de Haití, y también Uruguay, y me olvido de varios. Todos están de acuerdo con la prolongación de la ocupación militar en Haití.
Vamos a señalar los matices. Francia y la Unión Europea están en la extrema derecha pensando ya en cómo consolidar ese protectorado. El gobierno de Haití y de Brasil quieren antes que nada que la MINUSTAH ayude a crear una numerosa policía haitiana. En general se lamentan de una nueva postergación de las elecciones, aunque esta vez fue debido al huracán Matthew y algunos "comprensible" la postergación, otros "inevitable". Venezuela dice que Haití tiene "fragilidad de sus instituciones democráticas", y EEUU que necesita "líderes fuertes". Uruguay es uno de los que habla del "retiro gradual" aunque en este caso no se retira ni un solo efectivo .
Sobre esto aclaremos dos cosas. Primero, el Secretario General Ban Ki-moon ya había definido en agosto no retirar ni un solo efectivo; esto no se debe al huracán Matthew sino a la política de continuidad de la intervención. Segundo, en Uruguay varios parlamentarios del Frente Amplio dijeron cuando la última prórroga en diciembre 2015 que sería esa " la última vez" que la votarían.
De ser así, de no votar ahora los parlamentarios frenteamplistas una nueva prórroga, sería una “indisciplina partidaria”, pero que no tendría ninguna consecuencia disciplinaria en sentido estricto como lo muestra el antecedente de Luis Puig. Pese a ello me animaría a adelantar lo que van a decir esta vez: “No es el momento... “.
Esta nota entonces tiene el objetivo de poner en claro QUE SÍ ES EL MOMENTO, y por qué .
Primero debemos referirnos al huracán Matthew, que ha dejado mil muertos y decenas de miles de desplazados y sin techo en Haití. A ello se suma el nuevo rebrote del cólera por el caos y vulnerabilidad que provoca el huracán, cólera que llegó a Haití con efectivos de la MINUSTAH en 2010 y ha cobrado ya diez mil muertos. La precariedad de la sociedad haitiana sigue siendo el factor fundamental en todo esto, sumado a la irresponsabilidad criminal de la ONU.
La ONU ha pedido contribuciones para ayuda humanitaria en Haití por la terrible situación tras el huracán. Pero una de las trabas que habrá para esta ayuda es el desprestigio acumulado de las vías de canalización de la ayuda en catástrofes anteriores, como el terremoto del 2010. Las denuncias por desvío de fondos involucran en forma escandalosa a la Cruz Roja de EEUU, y a otros.
La ONU debió enfrentar denuncias judiciales en EEUU por su responsabilidad en el caso del cólera. En las palabras, se ha visto obligada a reconocer los hechos irrefutables de los cuales ha tratado de evadirse vergonzosamente durante seis años. Pero sigue escudándose en la legislación internacional que asegura la “inmunidad” de sus efectivos en cuanto a responsabilidad penal, esquivando las consecuencias. Esa legislación internacional, primero, es injusta. Segundo, es evidente que está hecha para cubrir a los efectivos de las “misiones de paz” de la ONU en las acciones de su función y no para otra cosa (como lo son por ejemplo las leyes de “gatillo fácil” en el caso de algunas policías en el mundo), y es obvio que no es su función introducir una epidemia. Esto que hace la ONU, que además es juez y parte, es malinterpretar abusivamente su propia legislación, un elemento más que abona su desprestigio.
Entonces, una de las principales trabas que desmotiva nuevas ayudas humanitarias a Haití es la corrupción y parasitismo de los intermediarios, y más si el huracán Matthew ocurre cuando estos hechos ya son ampliamente conocidos. El terremoto del 2010 instaló el “modelo ONGs” y fundaciones privadas para la ayuda, aduciendo que el gobierno haitiano es básicamente corrupto. Seis años han demostrado que esta red privada lo es igual o más, y la ONU poco puede hablar si comienza por evadir sus responsabilidades propias.
Estamos de acuerdo con llevar adelante una amplia campaña de ayuda humanitaria . Pero esto no se puede hacer cerrando los ojos a toda la experiencia anterior, entre otras cosas porque ASÍ no va a funcionar.
Pero avancemos un poco más en el tema. Las catástrofes naturales tienen siempre en Haití un efecto mucho más devastador por la precariedad de la sociedad haitiana, las carencias de infraestructura, la falta de redes de agua potable, lo endeble de las viviendas populares, etc. El discurso oficial de la ONU habla de "la fragilidad de las instituciones democráticas" en Haití, tomo textualmente la intervención del representante de Venezuela en la reunión del CS. En realidad, como cualquiera puede comprenderlo, la fragilidad de la respuesta estatal ante una catástrofe natural, ante una epidemia, ante cualquier problema social, y también de las instituciones políticas sean democráticas o autoritarias, tiene por base la precariedad material en que se apoya todo eso.
Esa precariedad social y política es lo que permite mantener al pueblo haitiano como proveedor de fuerza de trabajo barata para ser explotada en los planes de “desarrollo”.
El huracán destruyó los locales de votación y obligó a postergar las elecciones. Y como no hay elecciones sigue el gobierno provisional.
Puede decirse con cierta lógica que un problema estructural así no puede resolverse de un día para el otro. Pero la ocupación militar de la ONU lleva ya doce años, eso en primer lugar. Además, es continuación de una larga cadena de intervenciones, todas con el mismo discurso, todas con el mismo resultado. Y además, en vez de resolver los problemas, o empezar a resolverlos, o contribuir aunque fuese en parte a ello, ha introducido nuevos problemas, comenzando con una epidemia que, medida en muertos, vale por diez huracanes .
Ahora, una vez más, las catástrofes naturales van a ser usadas para chantajear al pueblo haitiano, tratando de condicionar desde afuera su vida política. Porque para iniciar un nuevo camino, cambiar radicalmente las cosas, todos estaríamos de acuerdo, si, pero ".. no es el momento" .
Este tema sin duda da para mucho, solamente quiero agregar algo, aterrizando en el caso de la participación de Uruguay. Dentro de todo este contexto internacional, ha sido una de las más vergonzosas.
Y no solamente porque todo el mundo haya podido ver la escena de cuatro efectivos militares uruguayos violando a un muchacho haitiano. Tanto o más vergonzoso es que los parlamentarios uruguayos justifiquen expresamente la intervención militar para que los soldados uruguayos puedan “hacerse una casita” , en tanto en Haití siguen todavía sin terminar de resolverse los problemas vivienda ocasionados por del terremoto de 2010, cuando llega un nuevo Huracán.
Para ver claramente esta vergüenza, recordemos los tres argumentos que los voceros del gobierno habían dado hace unos meses para prorrogar una vez más la intervención uruguaya en la ocupación militar de Haití:
1. Si Uruguay retira sus tropas unilateral mente, debe costear el traslado. Realmente, no puede haber argumento más mercenario. Las tropas de “defensa nacional” dependen del pago de instituciones extranjeras, esa es nuestra “soberanía”.
2. Como Uruguay ocupa hoy un asiento en el Consejo de Seguridad, eso significa un “compromiso”. No compromiso con los principios, sino con el toma y daca de la política de esas instituciones. Uruguay ocupa un asiento allí para callarse la boca. O como lo dijo Mujica en la Asamblea General de la ONU hace tres años: “ Llevamos años y años, siempre estamos en los lugares que nos asignan, sin embargo donde se decide y reparten los recursos no existimos ni para servir el café”. A hora podemos servir el café y esperar la propina.
3. Al prorrogar el gobierno haitiano las elecciones anulando la primera vuelta por fraudulenta, no había más remedio que prorrogar la presencia militar, porque hay que supervisar la “transición” de los haitianos y ver que no hagan esas cosas propias de “pueblos con capacidades diferentes”. Ahora la nueva prorroga la decidió Matthew, pero en definitiva es una prórroga y los muchachos tendrán que quedarse unos meses más.
Hace cuatrocientos años Shakespeare escribió “La tempestad” , bien podría ser “El huracán”. Un barco europeo esclavista rumbo a una isla del Caribe es sorprendido en pleno océano por una tempestad, con un rey abordo con su comitiva que se ponen a dar órdenes; el contramaestre les replica: “ ¿Qué le importa el título de rey al fiero oleaje? S i pueden acallar los elementos y devolvernos la calma i mpo ngan su autoridad, si no pueden quítense del medio . ¡Al camarote, silencio!”. Un personaje de ese drama, Próspero, representaría la “prosperidad” europea que los esclavistas llevaban al Caribe.
Hoy es muy claro que esa “prosperidad” fracasó, no pueden acallar los elementos ni aportar a la construcción de una organización social que pueda defenderse de esas catástrofes naturales.
Cuatrocientos años no han pasado en vano. Tampoco podrán acallar la tormenta social que ha comenzado.
(*) ¿Cuántas veces puede un hombre dar vuelta la cabeza y hacer de cuenta que no ve? La respuesta, mi amigo, está soplando en viento. Bob Dylan, Nobel de Literatura
(**) Estamos haciendo una obvia referencia ?al concepto "imperialismo colectivo" propuesto por Samir Amín
Haití, plan B
"Se necesitan dos para un tango".
Habrá elecciones presidenciales en Hatí el próximo domingo 9 y seguramente segunda vuelta en enero. En relación al régimen duvalierista del ex-presidente Martelly, esto es el parte una ruptura y en parte una continuidad; pero tal como va a ocurrir es mucho más continuidad que ruptura. El gobierno uruguayo participará como sostén y garante de la continuidad con "observadores" de las elecciones, mientras sigue siendo parte de la ocupación militar. En primer lugar, entonces, nuestro rechazo a cualquier forma de "supervisión" internacional a estas elecciones. Un breve repaso de los hechos puede ser útil para ponernos en situación.
En febrero Martelly llegaba al final de su mandato. Se había hecho la primera vuelta de "selección" del futuro presidente al estilo usual en estos casos, elecciones fraudulentas, sin más de un 20% de participación de la población, digitadas con respaldo de la "comunidad internacional" que convalida todo tipo de irregularidades,; quedaba solamente la "selección" del próximo presidente en una segunda vuelta. Como lo han dicho varias veces y de distintas maneras los voceros del gobierno uruguayo, los haitianos serían un caso de "pueblos con capacidades diferentes" que necesitan ser tutelados por la comunidad internacional para tener al menos algún grado de democracia, y con las irregularidades solo queda ser algo tolerantes porque es peor que esto se desbunde.
Pero el escándalo y la indignación popular fue demasiado grande, la protesta ganó las calles y le pasó por encima al aparato represivo. Uno de los dos candidatos finales renunció a participar en la segunda vuelta, y una "selección" de un solo candidato sería una farsa demasiado grotesca. El plan de continuidad del régimen duvalerista fracasó.
No se trata del fracaso de un fraude electoral de cuarta, es la crisis de la forma política que debía culminar la reconstrucción del estado neo-colonial haitiano "fallido". Yendo un poco más atrás, era el zurcido en uno de los agujeros del orden del sistema-mundo imperialista, en en el que aparecen todos los días nuevos agujeros y cada zurcido es más difícil que el anterior. Este tema da para mucho y siempre se puede volver a él; sigamos con Haití.
Con el pie cambiado, Haití -que también se había adelantado un paso al resto de nosotros cuando proclamó su independencia- tuvo un intento temprano y trunco de gobierno de izquierda socialdemócrata con Jean Betrand Aristide, 1991, cuando acá estábamos con Lacalle. Golpe de derecha, dictadura, invasión imperialista "democrática", nuevo intento socialdemócrata, etc, mientras aquí seguíamos con Sanguinetti y Batlle y en el resto de la región cosas parecidas. Luego de la crisis y colapso del neoliberalismo en el continente comienza el ciclo socialdemócrata, y es allí que las potencias imperialistas invaden nuevamente Haití para recomponer por arriba el estado neo-colonial, desbordado por la turbulencia. La pareja de baile del imperialismo yanqui, jaqueado por sus propias contradicciones, fueron entonces esos gobiernos latinoamericanos de izquierda del ciclo socialdemócrata post-neoliberal. Ese es el comienzo del período de la MINUSTAH, que va culminando en el régimen duvalierista de Martelly. Su colapso ocurre junto con la crisis terminal de ese ciclo socialdemócrata.
Se produce por varias razones, internas y externas. La primordial es el estallido de la rebelión popular, producto de la extrema penuria interminable del pueblo haitiano, golpeado una vez más por la incapacidad sistémica de los gobiernos de turno de encontrar siquiera una forma de paliarla o contenerla. Pero también por la farsa cruel de la “ayuda humanitaria”, que usando esa penuria como excusa crea un sistema obsceno de corrupción y parasitismo de la ayuda como negocio, ONGs, MINUSTAH y tutti quanti .
Una segunda causa interna del fracaso del gobierno de Martelly es ese gobierno en sí mismo. Tal es su ineptitud y corrupción que es un gol en contra. Esto es expresión de las contradicciones internas de la oligarquía haitiana. En cuanto a las casas externas, tenemos la larga decadencia de la hegemonía yanqui y su incapacidad en instrumentar su propia solución, y las contradicciones con sus socios cercanos; Francia por ejemplo quiere liberarse del costo de financiar la ocupación militar porque necesita esos recursos para otras aventuras imperialistas que tiene en el mundo. Es por esas flojedades imperialistas que para esta intervención se recurrió a los “hermanos” latinoamericanos, los “amigos de Haití”. Y entonces ahora, cuando todas las patas se quiebran, es obvio que la mesa se viene al piso.
El gobierno provisional de Privert que sucedió a Martelly y la Comisión Electoral actuante anularon la primera vuelta electoral y decidieron recomenzar la elección presidencial desde el principio. No tocaron sin embargo las elecciones parlamentarias de las cuales salió este mismo gobierno y que fueron igualmente fraudulentas y sin respaldo popular. Privert presidía el parlamento y el parlamento eligió a Privert como presidente del país, Privert contó los votos y proclamó al ganador Privert.
Aún así, de un lado hubo expectativas -desmedidas, creo- en el “triunfo” de haber anulado las elecciones presidenciales fraudulentas y convocarlas nuevamente; del otro lado, y no podía ser menos, los yanquis, la Unión Europea, y toda su claque, pusieron el grito en el cielo. ¡Hacer de nuevo las elecciones es prolongar el caos! En Consejo de Seguridad de la ONU presionó para que la farsa electoral continuase según lo planeado, con los votos de los “rivales” de los yanquis Rusia y China, y del gobierno “antiimperialista” de Venezuela.
También con el voto de Uruguay. Aunque, curiosamente, ese fue el único tímido matiz de diferencia en la ONU. La causa -ya hemos desarrollado esta explicación- es que la aventura mercenaria del Estado uruguayo con la que se busca financiar el aparato militar hipertrofiado, inútil y oneroso, ha llegado demasiado lejos y tiene dificultades para sostenerse. Una cosa es el negocio de la guerra y otra cosa es la guerra.
El gobierno uruguayo “quiere” retirar las tropas de Haití pero “no puede” retirarlas. Los argumentos son más vergonzosos que el problema mismo. No puede porque si se van sin el permiso de la ONU es el Estado uruguayo el que debe pagar los gastos de repatriación; nuestra “defensa nacional” no tiene capacidad de moverse independientemente del poder extranjero. No puede porque ahora ocupa un lugar importante en la ONU y eso significa “compromisos” y no compromisos con principios de defensa de los derechos de los pueblos, ciertamente, sino compromisos con las potencias imperialistas y sus instrumentos; cuanto más “importancia” menos soberanía. ¡Y no puede porque los haitianos la complicaron, ahora tienen la pretensión de hacer sus propias elecciones como a ellos les parece, hay que seguirlos vigilando!
Pero aunque se haya hecho a contrapelo de la presión imperialista notoria y aunque su pretensión máxima no se haya cumplido, esto de ahora es su “plan B”. Sigue estando dentro del modelo de reconstrucción de estado neo-colonial.
Ahora el gobierno uruguayo envía un “observador” a supervisar las elecciones en Haití. Quién es el que va no es lo que más importa, y quién preside esa misión internacional tampoco, lo que importa es su contenido, pero es Juan Raúl Ferreira y en el marco de la OEA.
La pretensión de las instituciones internacionales que “observan” las elecciones en Haití es continuar tutelando el proceso político y chantajear con la continuación de la ocupación militar. La supervisión electoral es el complemento de la ocupación. Es muy cínico hablar de “garantizar” las elecciones si todas las trampas se organizan de ese mismo lado, y la trampa principal es mantener la ocupación.
Sobre el proceso haitiano podemos tener distintas opiniones. En la mía, sería preferible que el pueblo haitiano no se dejase engañar por ninguna de las formas de la democracia burguesa, y apuntase hacia un “modelo Rojava” de comunidades autónomas y una confederación desde la base, con unidades populares de autodefensa. Pero las cosas no pasan porque a mí se me ocurra que deben pasar, dependen de algo llamado “condiciones objetivas”. Eran 54 candidatos, quedan solo 27, por falta de recursos. Esa fragmentación es una foto de lo que es la sociedad haitiana. De los cuatro candidatos principales, el más a la izquierda es Moïse Jeach Charles que encabeza una especie de “Frente Amplio”. Pero no vamos a decirles a los haitianos lo que tienen que hacer. La experiencia del pueblo haitiano avanza a su propio ritmo. Es tonto esperar que tenga saltos enormes mientras en todo el continente hay retroceso tras retroceso, es tonto pedirles una notable claridad si por acá reina una completa confusión, incluyendo nuestro “entorno”.
El mejor apoyo que podemos dar a la lucha del pueblo haitiano es el rechazo terminante a la actitud intervencionista del gobierno uruguayo. Además de continuar con la ocupación militar, se la completa ahora mandando “jueces” y “profesores de democracia”.
Noticia de último momento: Una de las consecuencias del paso del huracán Matthew por Haití fue la postergación de las elecciones, sin nueva fecha
moyano.fer@gmail.com